Con solo mirar lo magnifico del detalle de este monumento, donde una mano perfecta se hunde casi lascivamente sobre los muslos deseados (Rapto de Proserpina, por Pluton), uno no puede más que admirar e imaginar el talento de esta obra realizada a la edad de 25 años. El autor de la Piazza de San Pedro, el Baldaquino de la iglesia de San Pedro. A mi juicio supera (salvo en el caso de La Piedad claro esta) a Miguel Ángel, incluso en el David, que en su caso luce más activo y expresa el drama que vive.